La
adolescencia, nadie lo duda, es una etapa conflictiva. Pero
también es la “segunda oportunidad” que tenemos para corregir las
conductas y actitudes poco satisfactorias. Es, pues, un período
de gran conflicto consigo mismo y con los demás, pero al mismo tiempo es
una posibilidad de cimentar de forma adecuada el edificio de la vida
adulta.
La adolescencia comienza con la pubertad, es decir, con una serie de
rápidos cambios fisiológicos que desembocan en la plena maduración de
los órganos sexuales y la capacidad para reproducirse y relacionarse
sexualmente. Como hemos dicho anteriormente, los cambios biológicos
marcan el inicio de la adolescencia, pero ésta no se reduce a ellos,
sino que se caracteriza además por significativas transformaciones
psicológicas y sociales.
El análisis de la naturaleza de estas transformaciones depende de la perspectiva teórica que se adopte.
Nuestro objetivo es centrarnos en la comprensión de las conductas de esta etapa que ocupa la Educación Secundaria. Estas conductas tienen claramente un
soporte neurobiológico,
debido a las diferencias que existen por ejemplo entre la edad a la que
aparece la primera menstruación (menarquia) en las chicas y la primera
eyaculación en chicos. La edad media en ellas es la de los trece años,
siendo en ellos un año más aproximadamente cuando aparece su primera
eyaculación. La aparición de ambos comportamientos es debido a las
hormonas, las cuales son unas sustancias químicas producidas por
diferentes glándulas de secreción interna, que vertidas a la circulación
sanguínea realizan su función a distancia. Por esto,
el sistema endocrino en la pubertad es fundamental, ya que establece relaciones entre el hipotálamo, la hipófisis y las gónadas (órganos
reproductores). El hipotálamo regula funciones como la ingesta de
alimentos y bebidas, y la hipófisis regula el sexo y el crecimiento. En
cuanto a las gónadas, en estas se sintetizan las hormonas de cada sexo,
siendo la de las chicas el folículo estimulante y el lúteo estimulante,
además de los estrógenos, progesterona y leptinas. En los chicos la
regulación del sexo comienza en los testículos donde se fabrica la
testosterona. Esto produce que aparezcan diferencias entre chicos y
chicas, donde ellas necesitan gustar y relacionarse socialmente y ellos
necesitan ser respetados y ocupar, si pueden, un lugar importante en la
jerarquía del grupo.
Estudios actuales sugieren que existe una relación entre la capacidad de socialización y la presencia de unas u otras hormonas.
Así, el cerebro de la mujer, en mayor medida que el de ellos, encuentra
enorme placer con la comunicación. Sin embargo, ellos se centran en las
actividades deportivas o en el seguimiento sexual.
Desarrollo cerebral
Podemos diferenciar en el cerebro dos partes fundamentales: una parte
o lóbulo que madura antes (sistema límbico) y una parte o corteza
prefrontal que se desarrollo posteriormente. Así la forma más primitiva
(sistema límbico) va a ser muy sensible a las influencias de las
hormonas sexuales y su madurez se realiza antes que la prefrontal, el
cual esta vinculado a la impulsividad. Todo esto puede explicar, en
parte, las cambiantes, irritantes, y contradictorias conductas de los
adolescentes.
Desarrollo de la identidad y la personalidad
En esta etapa, además de cambios en el desarrollo físico y cognitivo,
se experimentan cambios en el desarrollo personal, social y moral.
Debido a que los adolescentes se enfrentan a cambios entre su mente y su
propio cuerpo, entre los aspectos físicos y los aspectos sociales,
entre el mundo y el yo, entre la valoración objetiva y la valoración
subjetiva del conocimiento;
los adolescentes se centran en averiguar la eterna pregunta: ¿quién soy yo?
Deberán decidir su futuro profesional, un estilo de vida y un tipo de
relación social. Como consecuencia, a medida que se vayan dando
respuestas a estas preguntas, se irá configurando una nueva identidad
llena de matices. En esta búsqueda influyen factores personales,
familiares, sociales y contextuales que van a ejercer una clara presión
sobre sus decisiones y elecciones.
La amistad en la adolescencia desempeña un papel fundamental, y según Gottman y Parker (1987) presenta seis funciones básicas:
- proporcionando compañeros con los que desean pasar tiempo juntos y hacer actividades en grupo.
- Apoyo físico: proporcionando tiempo, asistencia y apoyo.
- Comparación social: proporcionando información sobre otros adolescentes con los que compararse para saber si lo que hace esta bien o no.
- Autoestima: proporciona retroalimentación de ayuda para percibirse como personas atractivas y valiosas.
- Estimulación: proporcionando diversión y disfrute.
- Intimidad/afecto: favorece una relación cercana, cálida y de confianza con otra persona.
Generalmente los adolescentes tienen más en cuenta las opiniones de
los amigos/as que la de los propios padres, a pesar de que esta
influencia en ocasiones puede ser positiva, pero por norma suele ser
negativa.
Este es un proceso en el que el individuo puede organizar y
sintetizar las identidades de la etapa infantil para construir un camino
que le lleve hacia la madurez adulta.
Por último, vamos a describir un
retrato robot (Javier Elzo) de los adolescentes actuales para conseguir una mejor comprensión de sus comportamientos y actitudes:
- Los adolescentes de hoy tienen baja tolerancia a la frustración y
dificultad para diferir la satisfacción y para ser perseverantes en la
culminación de sus metas, que no siempre tienen claras.
- Anclados en el presente: los adolescentes se centran en lo cercano,
cotidiano y próximo, ya el que futuro o las cuestiones a largo plazo no
les interesan.
- Relativistas pero buscadores de lo absoluto: buscan un absoluto que les de sentido y razón de ser a sus vidas.
- Necesitados de afecto y compañía: sienten pavor a la soledad,
aburrimiento y del silencio. Esto se ve incrementado con la
incorporación de la mujer al mundo laboral, ya que así los adolescentes
pasan más tiempo solo en casa.
- Consumistas de lujo: se dedican a comprar todo tipo de cosas para
tener todo igual que sus compañeros/as, sin importarles gastar todo el
dinero disponible.
- Espacios privados: buscan un espacio propio en los que ellos sean
los protagonistas, generalmente los chicos en los deportes y las chicas
en la moda y pasarelas.
- Normas de casa: las más importantes son las normas del “finde”, ya
que es ahí donde ellos se convierten en noctámbulos itinerantes. En
estas noches predomina la seducción, lucimiento y la diversión.
Generalmente se divierten bebiendo alcohol y consumiendo todo tipo de
drogas (cannabis, cocaína, etc). La mayoría de los adolescentes
confiesan que “bebemos para divertirnos, si no, no hay diversión”.
- Permisivos en lo privado y exigentes en lo público: son más
tolerantes en las cuestiones privadas (aborto, eutanasia, divorcios,
etc) y más exigentes en lo público, sin tener en cuentas las molestias
que causan con el botellón los fines de semana.
- Ausencia de miedo y respeto hacia los mayores: debido a la
legislación vigente, bien saben ellos que los menores no cumplen
condenas proporcionales al delito cometido. Esto hace que ellos tengan
“la sartén por el mango” y por tanto su complejo de protagonismo se
viene arriba faltando el respeto a los mayores, padres, tutores e
incluso a la autoridad.
Esto deriva en los problemas que cada vez más vemos en las aulas,
donde las victimas pasan de ser los alumnos (como antiguamente), a ser
los docentes en general.
Como conclusión, decir que los adolescentes son siempre nuevos y
distintos porque nueva y distinta es la sociedad que los conforma y en
la que bracean, especialmente desde la aceleración histórica que nos ha
tocado vivir en el último siglo y medio.
Todo lo relatado en el artículo, es de vital importancia para conocer
a los adolescentes de hoy y así los docentes saber como actuar en las
aulas, ante ellos.
Bibliografía:
- Revista “Avivir”.Número 228. Marzo-Abril 2009.
- C.M BRAVO Y J.I NAVARRO (Coord).(2009):”Psicología del desarrollo para docentes”
- Weblogs Clarin.com:”Como hablar con un adolescente”
- O.Herrero y otros:”Adolescencia y comportamiento antisocial”
- OFFMAN,L PARIS,S. Y HALL,E. (1995).”Psicología del desarrollo hoy”. Ed. McGraw- Hill.
- P. Villar y otros:”Evaluación de variables de tipo familiar en la prevención de la conducta problema”
http://www.encuentroeducativo.com/revista/?p=1906